El inconsciente es un océano no tan fácil de explorar principalmente por su lenguaje, ya que
no utiliza las reglas lógicas o racionales que utiliza nuestra mente consciente. Si queremos comprender
el inconsciente debemos ir más allá de nuestra mente.
El lenguaje del inconsciente es SIMBÓLICO, es decir que utiliza símbolos e imágenes que
pueden tener múltiples significados, esto le da al inconsciente un carácter flexible, pero a
su vez puede convertirse en un gran reto al querer darle contexto a nuestro propio mundo
interno.
Un símbolo común es el agua. Para nuestra mente o para nuestra parte consciente el agua es
un líquido que tiene muchas funciones, pero para nuestro inconsciente puede significar
emociones, purificación, punto de transición, movimiento o el propio inconsciente. Todo va
a depender de la historia personal y del momento de vida en el que se encuentre la persona.
Cuando empezamos a tener mayor comunicación con nuestro inconsciente, éste escoge
imágenes que tengan una cierta carga emocional para que no pase desapercibida por
nosotros al momento de querer comunicarse.
Las imágenes o símbolos pueden cambiar su significado a lo largo de la vida, es decir, una
misma imagen puede tener otro significado para la misma persona en 2, 5 ó 10 años.
Una de las grandes representaciones simbólicas del inconsciente son los ARQUETIPOS,
que nos proporcionan material o contenido con carácter mitológico. Nuestra personalidad y
nuestra historia de vida está «programada» inconscientemente a través de mitos o leyendas,
como el viaje del Héroe por ejemplo, que nos impulsa instintivamente a encarnar tal
historia, convirtiéndonos en el Héroe en nuestro propio mito personal.
El inconsciente se expresa a través de símbolos, porque esta es la única manera en que puede comunicarse con la consciencia.
Carl Jung.
Otros aspectos del inconsciente.
- Intemporalidad: en el inconsciente no existe el tiempo lineal. El pasado, el presente y el futuro se mezclan. Por ejemplo: cuando aún reaccionamos a situaciones desde nuestra herida primaria (inconsciente), como si viviéramos todavía en el pasado.
- El inconsciente no conoce la negación: por más que te esfuerces en decir que no eres algo o en aparentar algo que no eres, en el inconsciente todo esta muy claro (la energía no miente).
- Ambivalencia y contradicción: por carecer de lógica, el inconsciente es capaz de sostener energías contrarias que tenemos sobre un objeto, situaciones o personas. Sostiene nuestros opuestos y contrariedades. Para nuestra parte consciente esto puede resultar en un conflicto ya que la consciencia tiende a identificarse con uno de los opuestos. Por ejemplo: nuestro inconsciente reconoce que somos dependientes e independientes como totalidad, sin embargo nuestra parte conscientes suele identificarse solo con uno de los dos lados, pero llega un momento en la vida del ser humano en el que tenemos que enfrentar nuestros aspectos contradictorios de manera consciente reconciliando los opuestos.
- El inconsciente funciona por quantum de energía: la dinámica entre lo consciente y lo inconsciente se basa en la cantidad de energía que utilizan cada uno. Cuando estamos muy identificados con un aspecto consciente de nuestra personalidad (ego), gran cantidad de energía psíquica se enfoca en ese aspecto, creando un obstáculo a la labor compensatoria del inconsciente, es decir, se pierde el equilibrio psíquico y el inconsciente en lugar de compensar se opone a la consciencia. Este desequilibrio es lo que se asocia con la neurosis y otras crisis en el ser humano.
- La información inconsciente es proyectiva: el inconsciente tiene la capacidad de mezclar y transmitir información que muchas veces colocamos en otros. Es lo que llamamos «proyección», que no es más que poner aspectos no reconocidos de nosotros en otras personas. Por ejemplo: si tengo un fuerte complejo de inferioridad (inconsciente), es posible que vea enemigos en todas partes o que sienta a las figuras de autoridad demasiado exigentes. También puedo tener ese sensación de que cada reto es demasiado, en todo caso habría que trabajar directamente con el complejo para dejar de proyectarlo o al menos ser consciente de la dinámica.

¿Dónde observamos el lenguaje del inconsciente?
A pesar de que podríamos decir que el inconsciente es algo que no se ve (justamente porque
está inconsciente), está más presente en nuestro estado de vigilia de lo que pensamos.
Nuestra consciencia solo capta de 4 a 8% de la información que percibimos, el resto es
inconsciente. El hecho de que una información esté inconsciente, solo nos dice que
hasta el momento nuestra consciencia no lo ha visto, en otras palabras no somos
conscientes de tal información.
Si queremos tener un mayor entendimiento, tanto de nuestro inconsciente personal como
del colectivo basta con ser un poquito más observadores y poner nuestra atención en los
siguientes puntos:
- Actos fallidos o lapsus: es cuando vamos muy confiados haciendo algo y de repente nos equivocamos. Cuando por error mencionamos el nombre de otra persona. Cuando estamos hablando de un tema y de repente salta una palabra que no tiene nada que ver. Algunas veces los actos fallidos nos podrían estar mostrando algún conflicto interno o algo a lo que debemos prestarle atención (no tiene que ser negativo necesariamente).
- Chistes, sarcasmo y humor: por lo general todos hacemos chistes o sarcasmo de aquello que de alguna manera se ha convertido en tabú o de aquello que no queremos reconocer como parte de nuestra personalidad.
- Los sueños: son aquellas imágenes que se presentan mientras dormimos. La interpretación de los sueños es una poderosa herramienta para comprender los procesos inconscientes, ya que nos dan material necesario y muchas veces preciso de aquello por lo que estamos pasando en el momento. Para hacer este trabajo ciertamente hay que tener conocimiento sobre símbolos, la psique y los diferentes procesos por los que pasa el ser humano.
- El arte: todas las formas de arte son una manifestación de los contenidos inconscientes. Lo que varía es la historia personal de cada persona.
- Rituales: por tener un carácter simbólico, le dan forma o significado externo a los procesos internos.
- Mitos o leyendas: son producto de la proyección de los procesos inconscientes.
- Lenguaje no verbal: son todas las expresiones que ocurren en nuestro cuerpo sin darnos cuenta, como:
- Expresiones faciales.
- Postura, orientación del cuerpo.
- Movimientos involuntarios: tics o movimientos repetitivos.
- Tono de voz o ritmo del habla.
- Proximidad o contacto físico.
- Contacto visual.
- Manifestaciones somáticas.
A través de éstas vías podemos conectar con nuestro inconsciente o mundo interior, y aunque no todas las manifestaciones hablan de algún conflicto interno, todas forman parte de una comunicación directa con nuestra consciencia.
El conocimiento de nosotros mismos es lo que abre las puertas a la transformación y
crecimiento personal, lo que nos lleva a lograr una mayor integración de ambos mundos, el
consciente y el inconsciente. Esta integración se hace cada vez más necesaria, ya que
nuestra percepción psíquica está cambiando y para poder entenderla y hacer buen uso de
ella debemos saber quienes somos.
El inconsciente es una parte compleja de nosotros, pero es allí donde habitan las respuestas.
¿Qué otras formas conoces en las que se comunica el inconsciente?
-Cheryl.