Patrones inconscientes.

Desde la perspectiva Junguiana, los patrones inconscientes están esencialmente ligados a los complejos, los cuales están formados de un núcleo arquetípico o arquetipo y una carga emocional.

Nuestros patrones inconscientes se forman a partir de nuestros complejos y se alimentan, refuerzan y consolidan con las distintas experiencias de vida y con el significado emocional que tengan para nosotros dichas experiencias.

De manera simple, un patrón es algo que se repite de la misma forma en distintos escenarios y son inconscientes porque no nos damos cuenta que ocurren, es decir se producen de manera automática porque nuestra parte consciente no las percibe.

Por ejemplo:

Si un niño pasa por una experiencia donde se siente abandonado y esto lo marca emocionalmente dejándole una huella, se produce el complejo del niño herido, donde el niño herido es el arquetipo y la herida de abandono es la carga emocional. Los complejos del arquetipo del niño se pueden formar con cualquiera de las heridas básicas (rechazo, traición, humillación o injusticia).

Luego el niño con las diferentes experiencias de vida alimenta al complejo y con ello va creando los patrones perceptivos que muchas veces funcionan como mecanismo de supervivencia, pero terminan convirtiéndose en un sistema de defensa que utiliza para no volver a sentir la intensidad de la emoción que originó el complejo, es decir la herida de abandono.

Es posible que el niño para no tener que experimentar lo mismo, se convierta en un niño complaciente, o en extremo sumiso (patrones inconscientes). Este niño de adulto repite estos mismos patrones en sus relaciones o vínculos sin darse cuenta. Sus patrones se activan como mecanismo de defensa cada vez que se siente amenazado de sentir la herida de abandono o el complejo.

Quien menos conoce su lado inconsciente más influenciado está por él, solo que sin ser consciente de ello.

Carl Jung.

Cuando no somos conscientes de nuestros patrones, de la misma forma que lo hace la sombra, éstos son los que tienen el control de nuestra vida; al no verlos creemos que no existen.

Lo que si podemos ver es cómo estos patrones inconscientes arruinan nuestras relaciones porque nos hacen estar a la defensiva, también impiden que nuestros proyectos vean la luz porque ponen en duda nuestras capacidades y nos impiden avanzar o cuando se convierten en obstáculos cuando sentimos que la vida se trata de repetir lo mismo una y otra vez.

Los patrones inconscientes fuerzan a la psique a permanecer en el pasado, anclada a aquellas situaciones que nos ocurrieron en la infancia, por lo tanto, nuestra energía y poder personal también quedan atrapados.

Recuerda que en el inconsciente no existe el tiempo lineal y la falta de consciencia sobre la repetición de un patrón no nos permite cambiar la dinámica, más bien nos mantiene en el estado de supervivencia desde el cual se crearon los patrones básicos.

Dentro de nuestros complejos también está todo un sistema de creencias que le dan mayor fuerza a nuestros patrones y con ello vamos creando nuestra realidad y la forma en la vemos el mundo. Todo este material permanece en el inconsciente y solo lo podemos trabajar cuando nos hacemos conscientes de ellos.

Hay que tomar en cuenta que la repetición de ciertas situaciones o experiencias de vida ocurren porque ese tipo de experiencias se convierte en lo conocido o lo familiar para cada uno de nosotros y aunque lleguen al punto de hacernos daño, es lo que conocemos y termina siendo lo que atraemos. Lo atraemos justamente para poder resolver el conflicto interno y darnos cuenta de los patrones inconscientes que se repiten pero que nos impiden crecer.

Los patrones inconscientes no se modifican cuando agregamos unos cantos hábitos nuevos a nuestra rutina. Cambiar un patrón involucra toda nuestra personalidad, creencias, sentir totalmente nuestras heridas y una comprensión amplificada, elevada y compasiva de la formación inicial de nuestros complejos.

La vida hoy nos pide resignificar cada una de nuestras experiencias pasadas, hoy se abren puertas psíquicas que nos dan acceso a otras dimensiones del Ser y es nuestro deber dejar de repetir las mismas historias de miedo y autodestrucción. Hoy podemos hacerlo diferente.

Los patrones inconscientes no son fáciles de detectar si te niegas a ver la verdad de lo que eres, por lo tanto siempre hay que tener la disposición de conocernos profundamente.

Es importante tomar en cuenta que todo lo que ocurre a nivel inconsciente se expresa a través de un lenguaje simbólico, por lo que no debemos darle un significado a la ligera a los patrones inconscientes que logremos observar. Un patrón podría estar conectado con distintas partes de la personalidad y podría tener múltiples significados.

Una vez que estes dispuesto a saber más de ti podrás ver con mayor facilidad tus patrones inconscientes a través de:

  • Observación: tenemos que mirar lo que hacemos, cómo actuamos, pero sobre todo lo que sentimos. Las emociones son las que nos van a dar la pista de aquello que nos hace ruido. Nuestros patrones están formados por una carga emocional que procede de los complejos, tenemos que observar las emociones y sostenerlas por un tiempo para poder hacer memoria de donde nace esa emoción. Unido a ello debemos poder relacionar otras experiencias similares para trazar un mapa e identificar en qué momentos te sientes más vulnerable. Este mapa va crear un sistema sincrónico que te ayudará a aumentar tu consciencia para que puedas ver más claro los contenidos inconscientes.
  • Hacerte preguntas: todos tenemos las preguntas y las respectivas respuestas de nuestro camino del alma. Las preguntas que te hagas deben nacer de la observación de tus conductas y deben tener profundidad. No olvides que debes ser muy honesto al intentar dar alguna respuesta.
  • Escribiendo: puedes llevar diario de emociones anotando todas aquellas cosas que se repiten en tu vida. También puedes escribir usando alguno de tus arquetipos personales, donde te imaginas una conversación con alguno de ellos y les haces preguntas relacionadas a un tema específico. La idea es hacer un mapa que te ayude a encontrar pistas que te aporten mayor consciencia.
  • Sueños: los sueños que tenemos mientras dormimos son nuestro acceso directo al inconsciente, ya que esa es su manera de comunicarse con nuestra parte consciente. No siempre podemos reconocer el significado o el mensaje de nuestros sueños, pero puedes llevar un diario de sueños para que poco a poco le puedas dar significado a cada una de las imágenes.
  • Arte: nuestros patrones y contenido inconsciente siempre se pueden manifestar a través del arte, es cuestión de conocer el lenguaje simbólico y lo que representa para ti cada trazo o imagen.
  • Terapia: cuando no conocemos el mundo inconsciente lo mejor es buscar a alguien que sepa y nos acompañe en el camino. No siempre tenemos que hacer el trabajo en solitario, hoy existen muchas personas capacitadas que han hecho el camino antes para luego acompañar a otros. Si tu proceso resuena con la teoría Junguiana y el mundo del inconsciente, toma eso en cuenta para escoger a la persona que te acompañará en tu viaje.

Si estas comprometido con tu desarrollo personal y espiritual también deben incluir en tu rutina:

  • Yoga: la carga emocional de nuestros patrones se aloja tanto en lo inconsciente como en nuestro cuerpo físico. Si logramos observar nuestros patrones es necesario darle salida a estas memorias que han estado tanto tiempo reprimidas a través del ejercicio o movimiento físico.
  • Meditación: la respiración y los momentos de calma nos ayudan a estar en el momento presente y nos sacan de la idea de que aún estamos viviendo en nuestra infancia (psique infantil) y a la defensiva.

La vida es dinámica y cuando hayas logrado hacer esta liberación de energía queda un espacio interno donde deberás crear la vida que quieres más allá de los patrones inconscientes. No debemos quedar esperando a ver que sucede, más bien, luego de haber hecho consciencia de todas esas experiencias vividas, hay que preguntarse ¿que es lo que quiero vivir de ahora en adelante?, porque tendrás que crear nuevos patrones.

Una vez que resolvemos en gran medida estas cuestiones que nos mantenían en modo «supervivencia» lo que surge es el modo «creativo» que está lleno del puro placer de crear. Es mágico.

La liberación es necesaria para darnos ese espacio de vivir desde otro lugar, de vivirnos más auténticos.

¿Te gustaría trabajar tus patrones inconscientes usando la sabiduría de los arquetipos de supervivencia?

He creado la «Guía para transformar patrones inconscientes», donde podrás trabajar aquellos patrones que te limitan e impiden que tengas una vida más auténtica.

Si quieres «escuchar» toda la información de esta entrada te invito a escuchar el episodio 14 del Podcast Patrones inconscientes.

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