Autoestima. Arquetipo de la Víctima.

El arquetipo de la Víctima es uno de los cuatro arquetipos de supervivencia expuestos por Caroline Myss y son una herramienta maravillosa da autoconocimiento.

Cada arquetipo tiene una energía neutral, pero lo inclinamos a su luz o a su sombra según nuestras creencias y nuestras decisiones. Los arquetipos tienen la función de empoderarnos, además, los cuatro arquetipos de supervivencia llevan consigo nuestras lecciones de vida más complejas.

¿Cómo reconocemos al arquetipo de la víctima en nosotros?

Reconocer a la víctima en nosotros es bastante sencillo, la vemos cada vez que nos quejamos, cuando se nos hace más fácil culpar que tomar responsabilidad, cuando nuestro diálogo interno esta constantemente repitiendo ¿por qué a mi? como si fuéramos especiales y por eso no tenemos que pasar por ninguna situación difícil. Cuando permitimos que abusen de nosotros y no tenemos el valor suficiente para responder en defensa propia. También estamos tomados por la víctima cuando nos sentimos víctimas de distintas situaciones, pero no nos podemos desapegar de los hechos, porque a nuestra víctima se alimenta de los hechos del pasado.

La víctima en cada uno de nosotros siempre busca justificar sus actitudes y muchas de esas actitudes no son nuestras como tal, si no que son la repetición que hemos heredado del colectivo.

Es importante hacernos conscientes de que los arquetipos son energías colectivas y cuando empezamos a trabajar con ellos, no solo tenemos que ver nuestra historia personal, si no todo lo que gira en torno a la sociedad en la que crecimos.

Un ejemplo básico de la energía colectiva de la víctima:

Imagina un lugar que dice: prohibido tirar basura, pero vemos a las personas tirar la basura allí. Cuando le preguntamos a alguna de esas personas de por qué lo hace, una de las respuestas más comunes es: «es que todo el mundo lo hace».

Cuántas cosas no hacemos con la excusa de que “todo el mundo lo hace”. La víctima no tiene criterio propio porque de ser así, tiene que asumir la responsabilidad y es algo de lo que huye.

La luz o la parte luminosa del arquetipo de la víctima es nuestra autoestima.

Cuando estamos muy identificados con este arquetipo, es muy probable que el ego de la víctima empiece a justificar su posición con referencia a todo lo que le ha pasado.

Quiero aclarar que no justifico ninguna conducta por parte de los victimarios, pero la idea es que puedan salir de la sombra de este arquetipo y puedan ir más allá. Hay una diferencia abismal entre vivir bajo el condicionamiento de nuestra víctima a poder dirigir nuestra vida desde nuestro poder personal.

La víctima es un arquetipo que está en todos los seres humanos justamente para detectar cuándo alguien quiere sobrepasar nuestros límites, nos enseña cuando no nos estamos amando verdaderamente, cuando no nos valoramos y cuando permitimos muchas cosas con tal de no asumir nuestra responsabilidad.

Este arquetipo en su sombra nos impide sanar porque encontramos en ser víctimas muchas ventajas. Por ejemplo: a través de la sugestión es que los Estados crean los subsidios, que luego crean dependencias y nos mantienen en el mismo lugar. No olvidemos que cualquier tipo de dependencia nos impide desarrollar otros aspectos de nuestra personalidad y más importante aún nuestro potencial.

Otros casos más particulares, pero muy comunes, es cuando los hijos adultos aún viven en casa de sus padres, no digo que esté mal, pero seria bueno que observen las motivaciones más profundas que los mantienen en esas dinámicas. Principalmente están basadas en no querer crecer y de fondo observamos a la víctima imponiendo miles de excusas que «justifican» los hechos.

Para trabajar la autoestima es necesario comprender que tenemos muchas creencias instaladas que son contrarias al empoderamiento. Estas creencias tienen que ver con el sacrificio, la culpa, la glorificación de la víctima colectiva etc., y si queremos salir del dominio de la parte sombría de la víctima tenemos que hacer un esfuerzo consciente.

La autoestima no es una cosa que se nos da, es algo que tenemos que trabajar, no nos enseñan amarnos, lo vamos aprendiendo en el camino.

Es como decir: queremos amar, pero no sabemos que es el amor.

La autoestima es un trabajo de toda la vida y no quiero decir que siempre tenemos que estar recurriendo a distintos recursos para elevar nuestra autoestima, pero si es algo donde siempre debemos hacer revisión.

¿Por qué necesitamos autoestima?

  • Necesitamos autoestima para fortalecer nuestro YO, ya que no podemos depender de las condiciones externas para sentirnos bien con nosotros mismos. Por ejemplo: Si YO reconozco que soy valioso, la opinión de otros pasa a un segundo o tercer plano. Deja de tener relevancia.
  • Para poder tomar decisiones que nos beneficien. Si estamos tomados por el arquetipo de la víctima nuestras decisiones estarían condicionadas con las creencias que se han creado a partir de la sombra de este arquetipo. Es ahí cuando nos vemos cediendo ante cosas que no nos gustan o no queremos, porque no hemos creado una valoración lo suficientemente sólida que sostenga nuestras convicciones. Cuando aprendemos a tomar mejores decisiones basadas en el respeto y el amor que nos tenemos, automáticamente nos abrimos a experimentar otra clase de experiencias en nuestra vida, es decir, empezamos a tener una vida más amplia y nos atrevemos hacer cosas que nos llenen el alma. Si estamos tomados por el arquetipo, la mayoría de nuestras decisiones son pequeñas, donde no tenemos que involucrarnosdemasiado.
  • La autoestima nos ayuda a crear en nuestra persona la estabilidad que no podemos encontrar en el mundo. Cuando empezamos a vivir desde nuestro poder, dejamos de tener miedo al abandono, no nos da miedo la soledad, empezamos a disfrutar de nuestra compañía, porque hemos aprendido a habitarnos.
  • Cuando tenemos una autoestima sana, reconocemos nuestras limitaciones y vulnerabilidad. Nos alejamos de la idea de que tenemos que poder con todo. Empezamos a ser mas realistas. Muchas de las lecciones de este arquetipo están dirigidas a convertirnos en personas más humanas y entendemos que podemoscometer errores, pero asumiendo la responsabilidad de enmendarlos.
  • Trabajar en nuestra autoestima nos ayuda a ver nuestras capacidades para poder crear una imagen real de lo que somos. Aquí entra en juego el autoconcepto, donde es muy importante hacerse preguntas sobre «quiénes somos y quién creemos que somos» (estas preguntas se parecen, pero no son lo mismo). Tomen en cuenta que lo creemos de nosotros mismos es lo que determina nuestra realidad y la forma en la que la vivimos.
  • La autoestima tiene todo que ver con el amor propio. En ocaciones los procesos internos son tan fuertes que si no nos amamos es muy fácil que los abandonemos. Por otro lado, trabajar el amor propio nos ayuda a salir de lugares tóxicos y a elegirnos en todo momento.
  • Nos ayuda a madurar aceptando los desafíos de la vida. Nos ayuda a salir de los parámetros de la psique infantil que nos hacen creer que existe un lugar donde ya no habrá problemas o donde todo es perfecto. También nos ayuda a discernir y esto tiene que ver con nuestra capacidad de tomar decisiones, en cuanto a no dejarnos llevar por métodos rápidos y fáciles. Cuando nuestra autoestima está sana podemos detectar con mayor facilidad todas estas cosas dudosas. 
  • En niveles más profundos y espirituales cuando tenemos una autoestima sana, percibimos mejor nuestra intuición, ya que para lograrlo tenemos que confiar en nosotros, tener certeza de nosotros mismos.

Hay un detalle importante cuando tomamos la decisión de llevar al arquetipo de la víctima a la luz y defendernos de todo aquello que atente con nuestro bienestar ya sea físico, emocional, mental y espiritual, y es que nuestro entorno ya no va a conectar con nosotros de la misma forma, por lo que tenemos que estar preparados para los desencuentros, para romper o tomar distancia con relaciones que solo estaban conectadas a través de esta dinámica.

Si te cuesta amarte es porque aún no te conoces. Entonces el autoconocimiento es fundamental.

Los arquetipos son energías psíquicas que podemos percibir en la medida que nos vamos conociendo a nosotros mismos. Toda nuestra personalidad esta construida sobre patrones arquetípicos que se repiten de generación en generación y que al no ser conscientes de ellos, vivimos atrapados en el circulo infinito de la repetición.

¿Quieres cambiar las dinámicas de tu vida y crear una realidad distinta? Empieza por conocerte, por conocer como funciona el universo dentro de ti.

-Cheryl.

¿Quieres trabajar trabajar con los arquetipos de supervivencia: el niño herido, la víctima, el saboteador y la prostituta?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio